11 7037-7037 | El chat de tus derechos

El MPT en los medios

InicioLa negativa al aborto de la menor le impide vivir su infancia y diluye la situación de abuso
InicioLa negativa al aborto de la menor le impide vivir su infancia y diluye la situación de abuso

La negativa al aborto de la menor le impide vivir su infancia y diluye la situación de abuso

 

Tiempo Argentino, 23 de enero de 2012

 Por Malena Winer, Jefa de Corrección de Tiempo Argentino.

 La frase “mujer objeto” ha sido utilizada en múltiples situaciones, en general, a partir de programas de TV o publicidades. Se podría sintetizar como la reducción de la mujer a una “muñeca”, es decir, a un objeto compuesto por la sumatoria de elementos similares en anatomía a un humano de sexo femenino. Naturalmente, un “juguete” que está a merced de que  otro lo elija, en un mercado que equipara a estas mujeres-objeto con cualquier producto en la góndola de un supermercado, sin derechos ni opinión. Hasta aquí, esta descripción no es ni sorprendente ni novedosa, teniendo en cuenta la sociedad en la que vivimos.

 

En este contexto, y a pesar de haber escuchado muchas veces comentarios como el detallado anteriormente, no puedo dejar de sentirme indignada al tiempo que atónita por las declaraciones del ministro de Salud de la provincia de Entre Ríos sobre el pedido de aborto para interrumpir un embarazo en una nena de once años: “Una vez que la niña tuvo su primera ovulación tiene las condiciones físicas para sostener un embarazo.” ¿Desde qué lugar pueden entenderse esas declaraciones? Confieso que tuve que leerlas más de una vez para confirmar que el funcionario afirmaba esas palabras. Inmediatamente me pregunté, ¿desde qué lugar una persona (y especialmente un ministro de Salud) puede olvidar que detrás de ese o esos óvulos que se pusieron en juego arbitrariamente, sin ningún tipo de injerencia de la portadora, hay una niña. Y quiero remarcar esto: una niña ya que, como marca la ley, todo menor de 13 años no puede “prestar consentimiento” para una relación sexual, es decir, siempre es víctima de abuso. En conclusión, una niña que está siendo condenada a ser madre cuando no pudo terminar de vivir su infancia como hija.

 

Espero que alguna vez, y trabajaré mucho para eso, las mujeres podamos dejar de ser para muchos recipientes que “contienen óvulos” para poder decidir sobre nuestro cuerpo. Que podamos dejar de ser incubadoras (que rima más con cualquier utensilio o electrodoméstico como una licuadora) para poder ser vistas como mucho más que un “aparato reproductor”.

 

Afortunadamente, creo que mientras ese tiempo llega, hay también muchos hombres que no nos ven así, incluso en Entre Ríos, donde la Salud está dirigida por el señor Cettour.

Visualizar nota